Celebridades

El fotógrafo del memorial del príncipe Felipe tenía prohibido tomar la llegada de la reina Isabel con su hijo Andrew

Richard Pohle, del staff de "The Times", fue el único fotógrafo presente en el memorial del príncipe Felipe, por lo que él tenía la responsabilidad de proveer las imágenes para la cobertura local y mundial de dicho evento.

Elegido de forma aleatoria, tenía una prohibición que lo puso "en pánico", según contó en un artículo publicado en el diario británico: un miembro del equipo de prensa del Palacio de Buckingham le informó que no podía fotografiar la llegada de la reina Isabel.

Solo podía hacer tomas hasta que la reina Isabel estuviera sentada. "Naturalmente, me resistí a la orden", escribió en el artículo.

Qué hizo Richard

En la Abadía de Westminster, Pohle era circundado por dos miembros del staff de prensa que le dijeron que “no podría fotografiar la entrada de la Reina hasta que, básicamente, me dijeran que podía”.

Algo razonable para darle privacidad a la reina, si la BBC no hubiera estado transmitiendo en vivo. Y como las especulaciones sobre cómo llegaría la reina hasta su asiento habían alimentado el imaginario colectivo, captar el momento se volvía más significativo.

Y cuando se filtró que el príncipe Andrew acompañaría a su madre, tener la foto de ese momento era imperativo.

Pohle narró: “‘Necesito fotografiar esto’, dije. La llegada de la reina era ahora el principal acontecimiento noticioso. Pude verlos vacilar, pero repitieron que la orden de no tomar fotos ‘vino desde arriba’ y que ‘no dependía de ellos’.

"Señalé que la BBC transmitía todo el evento en vivo. ¿Les ordenaría el palacio que no filmaran? Yo era responsable de la fotografía fija para todos los medios y estaría en un gran problema si hubiera una cobertura televisiva general de la reina mostrando abiertamente su apoyo al príncipe Andrew pero sin fotografías".

Después de una llamada, le dieron la autorización.

Cómo consiguió la foto

Desde la posición asignada, Pohle tenía una buena vista. “Si todo salía bien, la vería a ella y a Andrew mientras caminaban por el pasillo”. No obstante, “había olvidado que cuando la reina entra en una habitación todos se ponen de pie”. Y como precisamente eso ocurrió, su vista quedó bloqueda.

"La desesperación me dictaba que hiciera algo rápido". Y entonces se movió "hacia el pasillo entre las filas de asientos frente a donde caminaría la reina. Moverse repentinamente de una posición oficial mientras se está en una rotación real es un pecado capital".  Intentaron detenerlo, pero "pasé corriendo y me agaché en el centro del pasillo".

Narró: “La reina entró y levanté mi cámara para verlos brevemente a los dos antes de que desaparecieran detrás de la fila de clérigos que caminaban frente a ellos”.

Podía ver a la reina, pero no a Andrew, tapado por un clérigo. Esperó. “Giré bruscamente a la izquierda y se abrió la imagen. Tengo la foto. Sabía que sería la imagen principal de la ceremonia que buscaban los medios de comunicación. Regresé a mi posición oficial pasando al oficial de prensa con el ceño fruncido y susurré una disculpa”.

Lo único que pensaba era que, a pesar de la penumbra, hubiera logrado la foto.

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