Luego de que la reina Isabel II anunciara a principios de año sus deseos por nombrar reina consorte a Camila Parker-Bowles cuando su esposo, el príncipe Carlos asuma el trono, se dio a conocer que uno de los que no está de acuerdo con esta decisión es el príncipe Harry, quien ha expresado su rechazo y se niega a asistir a la ceremonia.
De acuerdo con The Sun, el hijo menor del príncipe Carlos no viajará a la ceremonia de coronación de su padre y su esposa, si ésta se lleva a cabo en Abadía de Westminster, debido a que sería coronada a solo unos metros de donde yacía el ataúd de su madre en 1997.
Tras la muerte de la princesa Diana su cuerpo fue trasladado desde el Palacio de Buckingham a la iglesia real, donde permaneció para el funeral el 6 de septiembre. En seguida se trasladó a la casa de la familia Spencer en Althorp, Northamptonshire, donde reposa desde entonces en una isla dentro de un lago ornamental.
Al parecer la relación entre Harry y su madrastra nunca fue buena y de acuerdo con Tina Brown, autora de The Palace Papers, él no quiere que Camila sea reina. "No ha hecho las paces con eso y probablemente nunca lo hará".
Para el ex mayordomo de LadyDi, Paul Burrell, Harry siempre la culpó por interferir en el matrimonio de sus padres, informó OK! Magazine.
"Puso sus garras en mi papá y nunca las soltó por un instante, por eso murió mi madre, porque huyó a París en lugar de estar a salvo con su familia", dijo una fuente cercana al duque.
Cabe mencionar que a diferencia de Harry, William apoya las decisiones de su abuela y las respeta.
Con la próxima publicación del libro de memorias del príncipe Harry surge cierta preocupación en la familia real por la forma en la que podría expresarse de su madrastra a quien siempre le guardó una especie de rencor.
