Las confesiones que Jada Pinkett ha dado a lo largo de los años en su programa "Red Table Talk" y el lamentable incidente que protagonizó Will Smith en la gala de los premios Oscar con el comediante Chris Rock ha incrementado la atención mediática a la famosa pareja y su familia.
Desde aquel día de los Premios de la Academia, los detalles de la vida privada de Jada se ventilan en cada oportunidad. En uno de los episodios de su programa, Pinkett confesó que fue adicta a las drogas y a la pornografía.
La actriz y productora detalló que antes de su boda atravesó un momento complicado en el que consumía toda clase de sustancias y mantenía relaciones sexuales de forma compulsiva. Después frenar esas adicciones refugiándose en la pornografía pero sólo se creó un nuevo problema.
"Lo que hacía era poco saludable, tenía una relación con la pornografía que no me hacía bien, había llegado a consumirla hasta cinco veces al día. Quería practicar la abstinencia y eso me condujo a establecer una relación poco sana con lo que miraba, me sentía vacía", indicó.
Pinkett reveló que cuando su hija Willow cumplió 11 años, mantuvo una conversación muy sincera con ella acerca del peligro que implica ver cierto tipo de material para adultos. "Somos muy abiertos en nuestra familia, nos gusta poner todos los puntos sobre la mesa", dijo entonces la intérprete, que siempre ha apostado por fomentar la comunicación, aunque eso implique abordar temas dolorosos.
En un episodio anterior, la actriz también reveló que nunca quiso casarse con el protagonista de "King Richard" y que lo hizo solo porque era joven y estaba embarazada de su primer hijo en común.