Britney Spears ha dejado claro que el control que había tenido su padre sobre ella durante años quedó atrás con la alegría de volverse a convertir en madre. Y es que después de años de estar imposibilitada para concebir por motivos legales, la cantante por fin cumplió su sueño y tendrá a su tercer hijo, junto con Sam Asghari.
La artista es madre de dos adolescentes, Sean y Jayden, de 16 y 15 años, respectivamente, fruto de su relación con Kevin Federline y aunque su sueño se hizo realidad, no puede ocultar que tiene algunos temores sobre esta nueva experiencia de maternidad.
A solo una semana de anunciar que se encuentra en la dulce espera, Britney confesó que se siente asustada por "tener un bebé en este mundo", sobre todo después de que su vida personal fue ventilada en varios documentales sobre la tutela que ejerció su papá Jaime Spears durante 13 años.
"¡¡No creo haber visto nunca tantos documentales sobre alguien a menos que esté muerto!!! Quiero decir, ¿eso estaba permitido? De nuevo, OH BUENO, es perspectiva, ¿sabes?", escribió en su cuenta de Instagram en una fotografía en blanco y negro en la que luce un vestido de seda y presume su pancita de su primer embarazo, el de su hijo mayor Sean Preston, al que dio la bienvenida en 2006 con su entonces esposo, el bailarín Kevin Federline.
Otro de los grandes temores de Spears es sufrir depresión postparto como en el pasado, sin embargo, señaló que su felicidad es mayor y se preparará para recibir al nuevo miembro de la familia como de debe, por lo que tendrá todos los cuidados necesarios para enfrentar este proceso, entre ellos, tomará el famoso té de Kate Hudson.