Celebridades

El compromiso que hizo el príncipe Harry para el futuro de Archie y Lilibeth

El príncipe Harry fue entrevistado por dos niños reporteros en el marco de los Juevos Invictus, que se llevan a cabo en La Haya, Países Bajos.

Meghan Markle y el príncipe Harry inauguraron los Juegos Invictus, que se celebrarán hasta el 22 de abril en La Haya, Países Bajos. La competencia deportiva que el propio Harry fundó en el 2014 en homenaje a veteranos de guerra.

Dos jóvenes reporteros holandeses tuvieron la oportunidad de entrevistar al príncipe Harry en su camino hacia la competencia. Sophia y Jay le preguntaron sobre cuál es su deseo más grande para su hijo Archie, de años, y su hija Lilibeth Diana, de 10 meses.

"Crecer en un mundo mejor. Crecer en un mundo más justo, un mundo más seguro, un mundo más equitativo. No va a ser fácil, pero nunca, nunca, nunca descansaré hasta que yo, como padre, al menos haya tratado de hacer del mundo un lugar mejor", indicó el duque de Sussex.

"Es nuestra responsabilidad que el mundo sea como es ahora. No creo que debamos traer niños al mundo a menos que nos comprometamos a hacerlo mejor para ellos. No podemos robar su futuro", añadió.

La entrevista terminó con un gran abrazo del príncipe Harry a los jóvenes reporteros a quienes elogió por la entrevista que le realizaron: "bien hecho, chicos", les dijo.

El príncipe Harry y Meghan celebraron la Pascua viendo varios eventos deportivos en los Juegos Invictus el domingo, incluidos voleibol y tiro con arco. En 2014, Harry, que sirvió una década en el ejército británico y dos giras en Afganistán, se inspiró para crear los Juegos Invictus, un evento competitivo de estilo paralímpico que muestra el espíritu invencible de los hombres y mujeres heridos, enfermos y lesionados.

 

Los Juegos Invictus se llevaron a cabo anteriormente en Londres en 2014, Orlando en 2016, Toronto en 2017 y Sydney en 2018. Luego se llevarán a cabo en Düsseldorf, Alemania, en 2023. Esta edición, también será recordada por la visita secreta que previamente realizaron a la reina Isabel II en el castillo de Windsor, dos años después de que la pareja renunciara a sus deberes reales y se mudaran a Montecito, California.

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