Travis Barker sorprendió a todos con sus look el pasado domingo para los premios Oscar. El baterista se tocó durante la jornada de premiación que pasará a la historia por la agresión de Will Smith a Chris Rock.
Pero lejos de aquella controversia, el músico vivió una particular velada, ya que debió enfrentarse a un mundo al que no es habitual. Por ello, en una de las noches más importantes de Hollywood, Travis Barker optó por recibir ayuda para lograr encontrar un look que fuera honesto con él pero indicado para la ocasión.
Una búsqueda en la que estuvo presente Vanity Fair, medio con el que habló el baterista de Blink-182 durante todo este procesos. El músico aseguró que nunca había trabajado con un equipo que se preocupara de su manera de vestir, pero que "estos son los Oscar, así que haré lo que sea".
"Me gusta la yuxtaposición de estar en los Oscar. Parece que no encaja del todo, pero encaja. Al igual que verme con un traje no me queda bien, pero me queda", dijo Travis Barker, quien recibió asesoría de la peluquera y maquilladora Andrea Pezzillo.
La profesional contó que para su presentación, a la pareja de Kourtney Kardashian "lo hidratamos" y "nos aseguramos de que todos sus tatuajes se vean bien".
"Todo esto es nuevo para mí… Ni siquiera sé qué decirle que haga porque este no es mi bolsillo", reconoció el baterista, quien optó para la ocasión un conjunto de Maison Margiela, que mezcló lo tradicional de un esmoquin con algo de vanguardia.
"Tengo un uniforme con el que me siento muy cómodo, en el que normalmente no hay camisa, un par de pantalones y unas Converse o Doc Martens. No me siento cómodo con un traje y he encontrado trajes que me gustan", dijo el músico, quien explicó que su intención es "asegurarme de que la ropa no me use y yo use la ropa es muy importante", agregó.