El príncipe Carlos y Camila, duquesa de Cornualles, disfrutaron de su cuarto día de gira por Irlanda. La pareja real visitaron el Centro Cultural Brú Ború en Cashel, condado de Tiperrary, para una celebración del arte y la cultura irlandeses, que incluyó un baile bastante animado con artistas locales.
Con el objetivo de promover y preservar la rica tradición musical de Irlanda, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles mostraron sus mejores pasos al unirse con músicos y bailarines para un clásico baile irlandés.
Luego de mostrar sus habilidades, la pareja de royals presenció una versión corta del Espectáculo Escénico Brú Ború como parte del evento, organizado por la organización cultural Comhaltas Ceoltóirí Éireann, que celebró su 60 aniversario el año pasado.
Previo a esta visita, el príncipe Carlos y Camilla hicieron una parada en Cahir Farmers' Market, donde se reunieron con vendedores locales y grupos comunitarios de todo el condado, después contemplaron las vistas en la Roca de Cashel, también conocida como la Roca de San Patricio. Carlos también aprendió sobre el trabajo de conservación en la Capilla de Cormac.
Mientras el príncipe estaba en la capilla, la duquesa se tomó un momento para presentar sus respetos en privado a la familia de Ashling Murphy, una maestra de escuela primaria de 23 años e intérprete musical irlandesa en el Centro Cultural que murió a principios de este año.
Así bailaron el príncipe Carlos y Camila Parker-Bowles:
El jueves, la realeza visitó Waterford, la ciudad más antigua de Irlanda. El futuro Rey y la Reina Consorte disfrutaron de un día de actividades que destacaron la cultura local, incluida una recreación vikinga, un recorrido por el fabricante de cristales House of Waterford y visitas con agricultores locales que están liderando el camino en sostenibilidad.
También visitaron el Museo Medieval de Waterford y disfrutaron de una recepción con el alcalde. Mientras el príncipe aprendía sobre la agricultura sostenible, una pasión profundamente arraigada desde hace mucho tiempo, la duquesa visitó un establo local vinculado a la comunidad de carreras de caballos.