Hace nueve años el nombre de Katy Perry, y el de muchos de sus colaboradores, se vio empañado por las acusaciones de que su popular tema "Dark Horse" constituía un flagrante plagio de una canción de rap cristiano llamada "Joyful Noise", de Flame.
La corte donde se llevaba el caso resolvió la disputa entre las partes. La resolución determinó que la artista había copiado varios de los elementos más distintivos del tema de Flame, el cual fue publicado en 2008.
En ese entonces, Katy tuvo que pagar al demandante 550 mil dólares. En cuanto al resto del equipo de la artista, el productor Max Martin tuvo que pagar 253 mil dólares y el polémico Dr. Luke desembolsó poco más de 200 mil dólares.
Afortunadamente para la estrella del pop, esta semana otro magistrado dio un giro de 180 grados a la situación. Admitió la apelación y después falló a favor de Katy Perry y "Dark Horse".
El tribunal con sede en Pasadena, California, dijo que el patrón de ocho notas, conocido como ostinato, consistía "totalmente en elementos musicales comunes" que carecían de la "cantidad de originalidad" necesaria para la protección de los derechos de autor.
De acuerdo con la revista "Billboard", el tribunal compuesto por tres jueces determinó de forma unánime que el parecido entre ambas canciones es meramente circunstancial, por lo que libró de a los demandados de cualquier responsabilidad.
"El fragmento de 'Joyful Noise' que se solapa con 'Dark Horse' no es más que un arreglo manifiestamente convencional de bloques de música. Permitir que se apliquen los derechos del copyright en un material de esta naturaleza implicaría esencialmente imponer un monopolio de uso para una secuencia de dos notas, o para toda una clave", reza un extracto de la sentencia que trascendió este jueves.