Aunque la reina Isabel sigue sin aparecer en eventos públicos y continúa aislada en el Castillo de Windsor después de haber dado positivo a covid-19 la semana pasada, ha regresado a trabajar de manera virtual.
La monarca de 95 años tuvo dos audiencias virtuales este martes desde el castillo, en donde se reunió con el embajador de Andorra y el embajador de Chad.
El pasado 20 de febrero se confirmó que la reina había sido contagiada del virus y que tenía "síntomas leves de una gripe". Una semana antes, su hijo, el príncipe Carlos, había dado positivo, al igual que su esposa, Camilla Parker-Bowles.
La salud de la reina preocupó a todo el pueblo británico, en especial cuando canceló sus juntas virtuales la semana pasada, menos una semanal que sostiene con el primer ministro, Boris Johnson.
Se cree que la reina tiene sus dos vacunas y una de refuerzo, sin embargo, había mantenido una agenda leve desde octubre por órdenes de sus doctores.
Desde el año pasado, la reina Isabel ha sido vista usando un bastón que antes le pertenecía a su esposo, Felipe de Edimburgo, por problemas de movilidad en uno de sus pies.