Un grupo de niños fueron tratados como príncipes y princesas en Clarence House nada más y nada menos por la reina Camilla, quien los invitó a decorar el árbol de Navidad de su casa y además les ayudó a repartir los platillos especialmente preparados para ellos.
Y es que cada año, la reina consorte invita a niños con enfermedades terminales y que son apoyados por dos de sus organizaciones benéficas, Helen & Douglas House y Roald Dahl's Marvelous Children's Charity, para el evento de Navidad.
Los invitados también conocieron a Papá Noel, a dos de sus renos y un palafrenero en piel de oso y uniforme completo de la Guardia Galesa usando la punta de su espada para levantar las decoraciones y ayudarlos a decorar el Árbol de Navidad.
En el comedor de Clarence House, otros niños disfrutaron de un almuerzo de salchichas, puré y otros dulces. Una vez que terminaron las actividades dentro de la casa, las sorpresas no pararon, pues afuera dos renos, Dancer y Blitzen, traídos de Laponia a Londres a través de Stroud, Gloucestershire, los esperaban afuera.
Los jóvenes invitados, junto con la reina consorte, alimentaron felizmente a los dos renos con líquenes frescos del Círculo Polar Ártico. "Son muy dulces y claramente estarán muy ocupados pronto", dijo Camilla.
La realeza se convirtió en patrocinadora de Helen & Douglas House, un hospicio y centro de descanso con sede en el valle del Támesis, en 2007. Diez años más tarde, también se hizo cargo de Dahl's Marvelous Children's Charity, que ayuda a cuidar a 250 mil jóvenes en todo el Reino Unido.