A tres meses de la muerte de la reina Isabel II se han dado a conocer los motivos por los que se negó a ser fotografiada con la hija menor del príncipe Harry y Meghan Markle, la pequeña Lilibet Diana.
Recordemos que fue durante los festejos por el Jubileo de Platino de la difunta monarca, en junio pasado, cuando los duques de Sussex viajaron a Inglaterra para participar de estas festividades. Dicha visita sería especial porque sería la primera vez que la reina mirara a su bisnieta, quien nació en medio de las restricciones a causa de la pandemia por covid-19. Además de que se reencontraría con el pequeño Archie, a quien no veía desde hace tiempo.
La visita de Harry y Meghan en una fecha especial dio mucho de qué hablar. Ellos en todo momento evitaron hablar con la prensa y su participación en los eventos estuvo limitada ya que trataron de mantener un perfil bajo.
Sin embargo, de acuerdo con Mirror, y bajo los reflectores en este viaje Harry intentó por todos los medios que la reina Isabel II accediera a tomarse una foto profesional con su hija, Lilibet, pero ella se lo negó, bajo el argumento que presentaba una infección en los ojos.
"Ella rechazó su solicitud de tomar fotografías profesionales con Archie y su tocaya Lilibet, afirmando que tenía un ojo inyectado en sangre, hábilmente negó a los Sussex la oportunidad de tomarse una foto que ansiaban", declaró la experta real Camilla Tominey.
De este modo, la histórica foto jamás ocurrió o al menos no ha salido a luz. Estos nuevos detalles del último encuentro de Harry con su abuela, con quien siempre dijo tenía una relación muy estrecha, se dan a conocer un día después del lanzamiento del segundo adelanto del documental que preparó con Netflix, el cual promete ser más ofensivo para la familia real, pues podría desmenuzar los motivos que impulsaron a la pareja a renunciar a la realeza, en 2020.