La ahora reina consorte, Camilla, que siempre ha generado polémica, pues fue la amante de Carlos III mientras estaba casado con Lady Di, y años más tarde, en el 2005, contrató nupcias con el hijo de la reina Isabel II. Recientemente se ha revelado que gastó mucho dinero para cambiar su apariencia física, para ser una mujer digna de la realeza británica.
Bertrand Mayer-Stabley escribió un libro titulado "Majesté", sobre la actual reina consorte Camilla en donde detalló los cambios a los que se sometió para lograr dicha aceptación. Se dice que fue el proceso muy costoso y la realeza lo cubrió.
A tal transformación el rey Carlos III no se opuso. Él ni siquiera tuvo escrúpulos en seguir las recomendaciones de sus expertos en comunicación e imagen, y presionar a su amante para que mejorara su apariencia para estar a la altura de los estándares requeridos de un miembro de la Familia Real Británica.

El escritor detalló en su libro que la reina consorte Camila, en solo seis meses gasto una suma de dinero importante en rehacerse la "fachada", pues se necesitaron casi 10 mil libras esterlinas para realinearle y blanquearle los dientes.
Pero la madrastra de los príncipes William y Harry no se concretó solo en la dentadura, también quiso borrar las marcas de la edad en su rostro recurriendo a inyecciones de bótox en las arrugas de su frente. Luego siguió una serie de exfoliaciones y tratamientos con láser para borrar sus patas de gallo y las líneas alrededor de su boca.

Camila también cambió su alimentación
Además, para poder lucir hermosos atuendos y destacarse, Camila, reina consorte, habría tenido que ponerse a dieta. De este modo, habría perdidos dos tallas de ropa con la supervisión de una reconocida dietista; además, su guardarropa fue cambiado por completo.
Sus botas de campo rústicas y pantalones de tweed sin forma, dieron paso a trajes de alta costura y vestidos ajustados diseñados por Valentino y otras marcas.

Finalmente, a la que también es madre de Laura y Tom Parker Bowles, le pidieron que dejara de fumar cuando llevaba años, adicta al cigarro. Fue en 2003 cuando logró deshacerse de esta adicción.