La boda de la reina Isabel y el príncipe Felipe tuvo lugar en la Abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947. Debido al hecho de que las bodas reales generalmente se transmiten a millones de personas en todo el mundo, es vital que el día transcurra sin problemas.
Cuando la entonces princesa Isabel se casó con el teniente Philip Mountbatten el 20 de noviembre de 1947, el día fue increíblemente hermoso. Sin embargo, cuando se tomaron las fotografías oficiales, hubo un error incómodo.
Un error vergonzoso hizo que las imágenes del evento con los invitados se vieran notablemente diferentes de las imágenes que se tomaron solos los novios.
Y es que como en cualquier boda real, la toma de fotografías oficiales es una parte esencial del día. El único problema era que la reina Isabel había perdido su ramo de novia, lo que significaba que sus manos estaban vacías en las fotos grupales.
La reina Isabel lo solucionó a la perfección
A lo que la difunta reina y el duque de Edimburgo tuvieron una solución genial a este problema, y lo hicieron durante su luna de miel. Los recién casados se vistieron de nuevo y posaron de nuevo para sus fotos individuales, con una réplica del ramo original.
El florista de la boda real, David Longman, compartió la historia detrás de este sorprendente giro de los acontecimientos durante el documental de ITV "Invitación a la boda real".
Él dijo: "Si volvemos a la boda de la Reina en 1947, cuando miras las fotografías de estado de todas las damas de honor y los invitados reales, está la Reina sin ramo.
"Se perdió. Así que en medio de su luna de miel tuvieron que volver a vestirse con su ropa de boda y mi padre tuvo que proporcionar otro ramo para esas fotos".
"Este percance terminó allanando el camino para futuras bodas reales", como dijo David más tarde.
