La reina Isabel se convirtió en la monarca más longeva en servicio para el Reino Unido. A lo largo de sus 70 años en el trono, la reina fue quien más papas conoció, entre ellos Benedicto XVI, quien falleció este 31 de diciembre, a los 95 años tras pasar un periodo de mala salud.
En su periodo de reinado, la soberana más longeva de Europa, líder institucional de la Iglesia anglicana, tuvo la oportunidad de estrechar la mano de varios pontífices que a través de los años han liderado la Iglesia católica en el mundo.
Aunque el último papa con quien tuvo contacto fue Francisco, pero antes de él se reunió con Benedicto XVI en 2010. Fue durante el viaje apostólico que hizo el pontífice a Reino Unido con motivo de la beatificación del cardenal John Henry Newman, ahora santo. En ese entonces, la reina recibió a Benedicto en Edimburgo, Escocia.
En 2012, con motivo del Jubileo de Diamante de su reinado, Benedicto XVI le dio su más calurosa felicitación. "Ofreciste a tus súbditos y al mundo entero un ejemplo inspirador de dedicación al deber y de compromiso con la defensa de los principios de libertad, justicia y democracia, de acuerdo con una noble visión del papel de un monarca cristiano", le escribió.
La reina y su relación con los papas
El papa Francisco se reunió el 3 de abril de 2014, cuando el Papa la recibió en el Vaticano en su estudio en el Salón Pablo VI para una conversación privada.
Antes de su encuentro con Benedicto, la monarca mantuvo un encuentro en el Vaticano, junto al príncipe consorte Felipe de Edimburgo, con su antecesor, Juan Pablo II, el 17 de octubre de 2000.
Antes de eso, la fallecida soberana se reunió con Juan Pablo II antes de convertirse en Papa, en el Vaticano en 1980 y en el 2000, y durante un viaje del Papa a Londres en 1982.
En la lista de líderes de la Iglesia católica que se reunieron con la fallecida Isabel II también se encuentra el papa Juan XXIII, con quien se encontró en 1961, en su primera visita al Vaticano como reina, junto al príncipe Felipe. La monarca visitó por primera vez la Santa sede en 1951 aún como princesa, cuando el papa era Pío XII.