Es bien sabido que la relación de Lady Di con la Familia Real británica siempre fue muy tensa, hubo un par de Navidades que la llevaron al límite, según relatan historiadores, biógrafos y testigos que laboraban en Sandringham, palacio en donde los Windsor acostumbran celebrar estas fechas, pero ¿Cuál fue la peor Navidad para Lady Di? A continuación, te lo contamos.
El acoso de la prensa era tal rumbo al año 93 que se especula que el director Pablo Larraín, productor de Spencer, se inspiró en lo asfixiante que resultaba para Lady Di la convivencia navideña para su película.
Según contó el director chileno a Deadline, la película cuenta a su manera la historia de una separación en tres días de Navidad, en Sandringham.
"Pasaron las navidades allí durante muchos años, y por eso es por lo que hemos situado la película allí a principios de los noventa, sobre 1992, no específicamos [el año]". Carlos y Diana anunciaron su separación (bueno, lo hizo el primer ministro John Major en un mensaje al pueblo británico) el día 9 diciembre de 1992, poco después de volver de su último viaje oficial conjunto a Corea del Sur, casi reconciliarse en una escapada de esquí y haber disfrutado de la Expo' 92 de Sevilla unos meses antes, así que ese año queda descartado.
En 1991, el matrimonio ya estaba roto y Diana llevaba un año buscando la manera de romper su relación con la realeza. Aquí fue donde apareció una serie de grabaciones realizadas durante la primavera de ese año, y que su discreto amigo, el doctor James Colthurst, había hecho llegar al periodista especializado en la realeza Andrew Morton, autor de la biografía más explosiva de la princesa: Diana, su verdadera historia.
En esas grabaciones, Diana hablaba de su infelicidad, sus intentos de suicidio, su lucha contra la bulimia y una y otra vez de la misma figura: Camilla Parker Bowles. Ese año se cumplían 10 años del matrimonio entre Diana y Carlos, la boda del siglo. Ese verano, si a Diana le quedaba alguna duda sobre la separación, se disipó tras uno de esos gestos de royal impertérrito con los que se conducía Carlos.
Según relatan ex empleados de la realeza, la navidad de 1991 fue de las peores para Diana, pues Carlos y ella dormían en habitaciones separadas, mantenían constantes enfrentamientos (él armado de furia, ella de lágrimas), y el príncipe había desarrollado un círculo social paralelo del que Diana no formaba parte. Los enfrentamientos por la relación con Camilla ya se producían hasta delante de sus hijos en plenos festejos, y ese año a Guillermo se le recuerda más cercano y cariñoso que nunca con su madre.