La Reina Isabel II fue un amante del orden, el seguimiento del protocolo y cumplimiento de las reglas. Desde su nacimiento la prepararon para el importante papel que representó y aunque no esperaba tomarlo tan joven, siempre supo que debía hacerlo de manera impecable hasta el último de sus días.
Sin embargo, a lo largo de sus más de 70 años que estuvo en el trono británico, por supuesto que los tiempos cambiaron y modificó un poco lo que había aprendido, agregó muchas cosas más no solo por la época, sino también por los miembros nuevos que se unían a su familia como nueras, yerno, nietos, esposos de sus nietos y bisnietos.
Además influyó mucho el contraste de personalidades que tenía con su esposo; mientras ella era formal e impecable, el príncipe Felipe de Edimburgo era completamente lo contrario: distraído y divertido, así que poco a poco las reglas a puerta cerrada del Palacio, se modificaban.
Tradiciones Navideñas de la Familia Real que inició la Reina Isabel II
Sandringham para Navidad
Toda la Familia Real Británica era invitada a pasar las navidades con la Reina Isabel II y su esposo pero tenían que trasladarse a la finca real de Norfolk, Sandringham, el lugar favorito de la Monarca para esta fecha.
Caminata a la iglesia
Es quizá nuestro momento favorito como seguidores de la Realeza. La finca donde pasan las navidades se alinea con la iglesia de Santa María Magdalena, se volvió tradición verlos caminar con sus elegantes vestuarios hasta tomar misa, saludando a los presentes como fans, fotógrafos y medios de comunicación. De hecho justamente en esa caminata fue la primera vez que Meghan Markle hizo una reverencia a la Reina Isabel II en público.
Regalos de broma y muy baratos
Un dato que nos cuesta mucho imaginar o creer es que la Familia Real Británica intercambia regalos ¡de broma! para pasar un rato muy divertido. La condición es que deben ser divertidos y baratos. La idea de la Reina Isabel II era sacar el estigma de los alardes de la riqueza que obviamente poseen, y por supuesto pasar un momento lleno de risas.
Francés
La Reina Isabel II hablaba muy bien el francés y le encantaba presumirlo en sus festividades navideñas. Intentaba hablarlo y hacía que los demás lo hicieran pero además, pedía que el menú de la cena se escribiera en ese idioma.
Pesarse antes de la cena
Esta medida puede parecer extraña pero es real. Cada integrante de la familia, desde el más pequeño hasta el más grande, debe pesarse antes y después de la cena de Navidad.
Servilletas a la mitad
La Reina Isabel II pidió que siempre en la cena de Navidad las servilletas estén dobladas a la mitad para evitar que se vean manchas de comida. El protocolo dicta que se deben limpiar suavemente la boca y las manos dentro del pliegue de las servilletas.