Celebridades

El príncipe Harry y Meghan Markle tienen tronos personalizados en su oficina y los llaman ególatras

Los Duques de Sussex tienen como sillas un par de tronos.

Como sabemos, el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, viven muy felices y tranquilos en Montecito, California, acompañados de sus dos hijos, Archie y Lilibeth Diana. Como renunciaron a la Corona británica ahora trabajan desde casa en otros proyectos como su polémica serie de Netflix.

Muchos creyeron que lo que vimos en la plataforma de streaming había sido grabado al interior de su casa pero no fue así, en realidad se trataba de una residencia cercana de 33 millones de dólares; sin embargo, en otros momentos han dejado ver cómo luce algunos rincones de su hogar.

En algunas escenas de su documental se puede ver cómo la pareja trabaja en un escritorio compartido delante de una cálida chimenea. Esa sí es su verdadera oficina instalada en la propiedad donde viven, anteriormente ya la habíamos visto con algunas videollamadas o posados.

En una entrevista de Meghan Markle para la revista "The Cut", la Duquesa de Sussex decidió recibir a Allison P. Davis en la oficina de su casa, pudimos verla públicamente y analizar cada detalle. En este lugar planean todos sus proyectos y pasan mucho tiempo al día manejando su fundación benéfica llamada Archewell.

También nos han mostrado dónde trabajan en el posado del cumpleaños número 40 de Meghan Markle donde publicó fotografías de su espacio de trabajo súper iluminado, con mesa de madera y sillas color crema muy altas.

Pero lo que pocos saben es que en ese espacio cuentan con un trono personalizado cada quien, detrás de un gran escritorio compartido y una chimenea en medio de la habitación. Cada silla tiene su inicial marcada, H para el príncipe Harry y M para Meghan Markle.

Muchos los han criticado pues aseguran hacen referencia a lo que nunca pudieron tener siendo parte de la Familia Real Británica y además, seguidores han apuntado que se parecen mucho a la silla que utilizaba la Reina Isabel II en sus últimos años para los anuncios importantes; por ejemplo, su último discurso de Navidad. Se cree que están obsesionados de vivir como Realeza aún cuando ellos decidieron renunciar.

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