Cuando los duques de Sussex anunciaron en 2020 que dejarían sus deberes reales y se mudarían a California, aún no tenían una casa en Estados Unidos, sin embargo, la pandemia los apremió. Así que el príncipe Harry y Meghan Markle recibieron la invitación del comediante y cineasta Tyler Perry para quedarse en su lujosa mansión de Beverly Hills, donde pasaron varios meses antes de comprar su casa en Montecito.
A partir de ese momento, el comediante, quien se había convertido en una especie de ángel de la guarda, se convirtió en una de las personas más importantes para los duques de Sussex en su nueva vida lejos de la monarquía británica en Estados Unidos.
Ni el príncipe Harry ni Meghan Markle tenían relación con él hasta que llegaron a Los Ángeles, pero el gran gesto y apoyo que tuvieron de él hizo que lo eligieran como el padrino de Lilibet Diana, así lo revelaron en la segunda parte de su docuserie de Netflix, donde explicaron la relación que les une a este actor y que se remonta al momento en el que decidieron marcharse de Canadá.
El también productor se inspiró en el amor de Harry y Meghan: "Lo que sé sobre ellos dos, y desearía que el mundo supiera, es cuánto se aman estas dos personas", por ello ofreció su casa a la pareja que renunció a sus deberes con la monarquía británica. "Es realmente conmovedor y quería hacer todo lo posible para apoyarlos".
Meghan y Harry, quien en ese momento solo tenían a Archie, de un año de edad, atravesaban un momento muy difícil, debido a que necesitaban un lugar donde vivir, luego de que la prensa británica amarillista habían descubierto en donde vivían. Y de esta forma entran en contacto, explica el hijo de Carlos III de Inglaterra y Lady Di, con un "maravilloso amigo al que no conocemos pero que cree en nosotros y quiere ayudar".
El ángel de la guarda de los Sussex
Tyler Perry no era un seguidor de los royals, pero un día vio la información que difundió el propio padre de Meghan Markle. "Me habría resultado muy doloroso haber sido el mío", aseguró el comediante en uno de los episodios sobre la figura de Thomas Markle. "Cuando mi vida cambió y empecé a tener éxito, algunos familiares cambiaron su forma de ser y eso puede ser doloroso. Inmediatamente empaticé con ella y poco antes de la boda le mandé una nota para que supiera que la vida le había preparado para ese momento, o eso creía yo", indicó.
Meghan Markle recordó aquella nota y entonces fue cuando el también humorista entró en sus vidas como un ángel de la guarda y les ofreció su ayuda cuando más lo necesitaron. "Yo no lo conocía, pero Tyler entró en escena, diciendo que rezaba por mí y que contase con él si necesitaba algo. Pasó el tiempo y un día en Canadá le llamé, años después, era la primera vez que hablábamos. Yo estaba muy mal, no hacía más que llorar y llorar. En ocasiones es más fácil abrirte con alguien que no te conoce de nada y eso me sucedió con Tyler", contó.
"Percibí su miedo, era palpable", cuenta Tyler, quien se sincera asegurando que lo único que sabía de la familia real británica era "la muerte de Diana". "Hay un momento que no olvidaré en la que va por el aeropuerto poniéndose una raqueta en la cara mientras intentaba huir, comprendí que cuando se terminó el matrimonio la echaron a los lobos", recordó.
"Me dolió decirle a Meghan que ese miedo era válido, tampoco quería mentirle. Tenía miedo de que la destrozaran, de que se volviera loca o de que le hicieran pensar que estaba loca. Utilizar una institución para comportarse como maltratadores y que ambos tuvieran el valor decir 'Nos largamos de aquí' fue admirable", puntualizó
Y fue así que le ofreció su casa. "Todos los días buscaba en Google para comprobar que nadie supiera que estaban en mi casa", explicó Perry, quien recordó lo que ocurrió cuando el medio con el que mantenía una batalla legal Meghan descubrió dónde vivían. "Aquí viven un montón de celebrities, pero nunca jamás habíamos sufrido un ataque así, aquello fue una locura".
Los Sussex se sintieron tan arropados que estrecharon lazos con Tyler Perry hasta que acabaron pidiéndole que fuera el padrino de Lilibet Diana, lo cual recuerda el actor como un enorme honor. "¿Significa eso que, si no lo hago, tendréis que ir allí y montar un numerito en la iglesia con toda vuestra familia? Podemos hacer una pequeña ceremonia aquí y luego si os tenéis que ir allí, lo hacéis. Y así fue", finalizó.