La segunda parte del documental del príncipe Harry Meghan Markle se ha estrenado este jueves. En los tres últimos episodios la pareja comparte detalles únicos de su boda, el nacimiento de su primer hijo, Archie, las consecuencias de su entrevista con Oprah Winfrey y la presión mediática que terminó por colapsar a la duquesa de Sussex.
La crisis de Meghan Markle comenzó a raíz de que su popularidad y la de Harry fueron en aumento. En poco tiempo se convirtieron en una de las parejas más queridas de la realeza. Su carisma había conquistado a las personas más que la propia reina Isabel II.
Sin embargo al poco tiempo todo cambió, los titulares de la prensa se enfocaron en hacerla ver como la mala de la historia, como si estuviera en guerra constante con Kate Middleton. Todos sus movimientos eran vigilados y expuestos de una forma sensacionalista.
Harry compara la situación que empezó a vivir su esposa con la que vivió su madre, quien llegó a ser más popular y querida que el entonces príncipe Carlos, futuro rey de Inglaterra.
"El tema es que cuando alguien viene de fuera y debería ser una 'segundona', roba los focos y lo hace mejor que la persona que ha nacido para hacerlo, altera el equilibrio", expresa Harry.
"Empezaron a aparecer historias en los tabloides criticando a Meghan por cualquier tontería. Lo fuerte es que se podían ver dos artículos juntos: uno en el que se alababa a Catalina y otro en el que se criticaba a Meghan", explicó un amigo de la pareja.
Meghan Markle pensó en el suicidio
Finalmente Meghan Markle explotó y no pudo contener la presión y admite que pensó en desaparecer para que todo terminara, sus amigos más cercanos reconocen que temían que atentara contra su vida.
"Pensaba: 'Todo se acabaría si no estuviera aquí' y eso era lo que más miedo me daba, que lo veía muy claro. Y eso fue lo más aterrador. Se me presentó muy claro", expresó visiblemente afectada.
Al respecto Doria Ragland, madre de Meghan Markle, confesó a las cámaras lo triste que fue para ella saber que su hija ya no podía lidiar con la presión de ser parte de una familia como la de Harry, asediada constantemente por la prensa.
"Recuerdo que me contó que quería quitarse la vida y eso me partió el corazón porque sabía que era grave pero ser constantemente picoteada por esos buitres que llegan al espíritu y oírle decir que no quiere estar aquí... eso no es fácil de oír para una madre. No podía protegerla ni Harry tampoco…", declaró al borde del llanto.
Harry lamenta no haber ayudado a Meghan Markle por miedo
Harry reconoce y se culpa por no dejar de lado por un segundo sus deberes reales para poder ayudar a su esposa. Por anteponer los intereses de su familia más allá de los de Meghan y con ello permitir que los ataques no se detuvieran.
"Me sentí enfadado y avergonzado. No lo llevé muy bien. Lo llevé como el Harry institucional y no como el Harry marido. Y lo que se impuso a mis sentimientos fue mi papel real. Me habían entrenado para preocuparme por '¿qué va a pensar la gente si no vamos a este evento? o 'llegaremos tarde' y cuando pienso en eso me odio por aquello. No podía darle lo que necesitaba de mí", declaró.
El príncipe Harry explica que la realeza ignoró sus peticiones para ayudar a calmar a la prensa, pues aseguraban que no era la primera ni la última que debía lidiar con eso.
"Sabían la gravedad del asunto pero no entendían cómo no podía lidiar con ello. Como diciendo: "Todos los demás lo sufrieron, ¿por qué ella no puede?. Pero esto era muy diferente. Y aunque se los desmenuzara y viéramos que fue igual a las otras veces. ¿cigual debería tolerarlo como los demás miembros de la familia? ¿Nadie cree que ya es hora de poner freno?" añadió el duque de Sussex.