A unos cuantos días de Navidad, las casas reales de Europa han compartido sus postales con mensajes de felicitación y entrañables fotografías como la veraniega estampa de los príncipes de Gales o la imagen de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Además de estos detalles, éstas fechas los royals suelen hacer muchos actos benéficos para ayudar a los más desfavorecidos.
Charlène de Mónaco nuevamente se convirtió en la protagonista de una de las tradiciones imperdibles de la familia. Se trata de la entrega anual de los regalos de navidad a beneficiarios de la acción social de la Cruz Roja.
Luego de su deslumbrante aparición en el Baile de Navidad de su fundación, en este encuentro con personas necesitadas, en el que estuvo también el príncipe Alberto, eligió un atuendo de un estilo de corte ejecutivo, perfecto para cualquier cita de diario de este invierno en la gama de tonos beige.
La princesa estrenó un conjunto de la firma Akris, una de sus marcas predilectas, compuesto por un pantalón de pinzas cortado al tobillo en color camel, con abrigo de estilo gabardina en el mismo tono. El contraste lo puso el jersey de cuello alto y cashmere, en color tabaco, y los zapatos de salón clásicos en un tono cuero.
Este estilismo se destacó por su sencillez, pues como accesorios, únicamente llevó un cinturón fino y unos pendientes clásicos de perlas y un brillante, que mantuvieron la sobriedad y sofisticación que lució en el acto benéfico.
La ex nadadora se mostró muy sonriente durante toda la jornada. Es que es la primera vez que la princesa participa en este acto desde su regreso de Sudáfrica. Y es que el pasado año, Charlene no pudo estar presente en este compromiso ya que se encontraba aún recuperándose de las secuelas de la infección por la que tuvo que permanecer tantos meses en el país africano.
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