La reina Isabel II, quien llegó a ser conocida dentro de la Familia Real como "La jefa", tenía también estrictas reglas para sus nietos, el príncipe William y el príncipe Harry. A pesar de haber sido considerados los consentidos de la monarca no se salvaban de sus regaños.
El pasado 8 de septiembre la reina Isabel II falleció tras pasar poco más de un año con problemas de movilidad. La monarca duró más de 70 años en el trono y durante su tiempo al frente de la corona fue conocida por su firmeza.
La estricta regla que la reina Isabel II tenía a la hora de comer
Dicha firmeza era de igual amanera para trabajadores como para los miembros de su familia, así que sus adorados nietos, el príncipe William y el príncipe Harry, no se salvaban de sus estrictas reglas. Especialmente cuando se trataba de tecnología y llegaba la hora de sentarse a comer.
Tal como se menciona en el libro "Elizabeth: An Intimate Portrait by Gyles Brandreth", el cual se publicará en diciembre, el príncipe William y el príncipe Harry tenían prohibido llevar sus celulares a la mesa.
"Tenía su propio teléfono móvil y sus nietos complacientes estaban listos para mostrarle cómo funcionaba. Ella entendía los mensajes de texto, aunque no tuvo la misma suerte con las distintas aplicaciones. Y no permitía que sus nietos trajeran sus 'dispositivos' a la mesa del comedor bajo ninguna circunstancia", se lee en el fragmento de la obra de Gyles Brandreth.