El talento de Carolina Herrera para diseñar ropa es nato, no estudió algo relacionado con moda e inició su carrera en la industria cuando ya tenía 42 años. Desde su primer colección fue un sorprendente éxito y desde entonces no ha dejado de experimentar y jugar con las telas y cuerpos femeninos de forma admirable.
Pero antes de ser un nombre alto entre los diseñadores más famosos del mundo, Carolina Herrera era una socialité que asistía a los eventos más importantes de Latinoamérica y en general de todo el mundo. Era muy conocida primero por sus orígenes y luego por sus matrimonios.
Carolina Herrera se casó en dos ocasiones, primero a los 18 años con el terrateniente Guillermo Behrens Tellos con quien tuvo dos hijas, Mercedes y Ana Luisa. Posteriormente se separaron y la diseñadora volvió a llegar al altar con el aristócrata venezolano Reinaldo Herrera con quien tuvo otras dos hijas, Carolina Adriana y Patricia.
Tomó el apellido de su segundo matrimonio con el editor de la revista Vanity Fair. Aún siguen casados así que Carolina sigue siendo Herrera y se ha convertido ya en una marca para toda la vida.
Pero la diseñadora tenía el título de "Marquesa Consorte" que perdió por una ridícula razón. Ser Marqués es inferior a Duque pero superior a Conde. Su esposo era amigo de los Rothschild de la dinastía europea de origen judeoalemán, también de los Agnelli, la burguesía aristocrática alemana y otras familias reales más.
Es hijo del marqués de la Torre Casa Reinaldo Herrera Uslar, tras el fallecimiento de su padre heredó el título de marqués y la ahora diseñadora de modas se convirtió en marquesa consorte por ser su esposa.
Sin embargo, se le retiró el título por una sorprendente razón: no tuvo hijos varones con su esposo, por lo tanto, no fue "digna" de portar el título nobiliario y se lo quitaron en 1992. Eso no le afectó en su vida y trabajó para convertirse en lo que es hoy: una de las empresarias más exitosas del mundo.