Un 24 de noviembre de 1991 y un día después de hacer pública su enfermedad, Freddie Mercury murió a los 45 años en su cama a causa del SIDA. Su imagen volvió a tomar notoriedad en 2018 con la película "Bohemian Rhapsody" y luego con el documental "Freddie Mercury: The Final Act" de la BBC en el que se recrea cómo el cantante pasó sus momentos finales.
A poco más de tres décadas de la muerte del legendario vocalista de Queen, siguen saliendo a la luz anécdotas que sorprenden a sus seguidores como la vez que salió de fiesta con la princesa Diana, a quien actualmente es interpretada por Elizabeth Debicki en la serie "The Crown".
El cantante británico se llevó a Lady Di a un bar gay en 1988, cuando la princesa Diana tenía 27 años y ocho de casada con Carlos, entonces príncipe de Gales. Ella ella se hizo amiga del presentador Kenny Everett, quien a su vez era conocido de Freddie Mercury.
Lady Di, de incógnito
La actriz Cleo Rocos confirmó en su libro “The power of positive drinking” qué Freddy Mercury y Lady Di tenían una muy buena amistad y que para irse de fiesta a un bar gay la metió disfrazada.
"En una ocasión, nos reunimos a almorzar en Bombay Brasserie en Kensington. Ella llegó sonriendo y claramente esperaba con ansias aquel almuerzo. No había guardaespaldas visibles. Había estado jugando con la idea de un Kir Royale, pero Diana sugirió que todos tomáramos un Belllini, ya que allí hacían 'uno muy bueno'", escribió la autora.
Esa noche, Kenny y Cleo se iban a ver con Freddie Mercury: “Kenny llamó por teléfono a Freddie y le dijo que viniera antes ya que Diana estaba con nosotros viendo The Golden Girls” y una vez que estuvieron juntos, se pusieron a jugar y le contaron a Diana sus planes para ir a un bar gay llamado Vauxhall Tavern.
La princesa se emocionó, pero no la querían llevar para evitar polémicas o que le pasara algo, pero ella los logró convencer, así que decidieron disfrazarla con una chaqueta militar, ella se recogió el cabello, se puso una gorra y lentes oscuros de aviador: "observándola en la penumbra decidimos que el ícono de la moda más famoso del mundo moderno, quizás podría pasar por un modelo masculino gay vestido excéntricamente".
Al llegar al lugar, Ladi Di pidió un vino blanco y una cerveza y se quedó riendo con Freddie Mercury, aunque después de unos minutos se movió para desviar la atención de ella: "una vez que se completó la aventura, todos nos miramos el uno al otro, unidos en nuestra búsqueda triunfante. ¡Lo hicimos! Nunca fue tan emocionante y divertido ir a un bar".
Al terminar su aventura, los cuatro salieron para pedir un taxi que los llevara al Palacio de Kensington para dejar a Diana y al día siguiente, la princesa devolvió la ropa con una nota escrita a mano que decía: “Debemos repetirlo”.