La fiesta del Día Nacional de Mónaco 2022, una de las festividades más significativas del Principado, marcó el gran regreso de la princesa Charlene, quien había estado ausente dos años debido a sus problemas de salud. Esta ocasión fue muy especial, pues además todos los miembros de la familia Grimaldi se reunieron para esta festividad especial.
Muy recuperada y tras haber recuperado su agenda oficial desde hace varias semanas, la princesa acudió al lado de su esposo, el príncipe Alebrto a la catedral de Mónaco con un estilismo que deslumbró a todos los asistentes.
Charlene eligió un abrigo de color blanco, largo hasta los tobillos que imita a un vestido y cuya espalda cae una discreta capa. A su entrada al recinto religioso, se pudo observar un poco los pantalones de su traje en el mismo tono y largo.
En las celebraciones de 2019, la princesa eligió un estilismo similar con abrigo largo, pantalones tipo sastre, jersey de punto con cuello vuelto y sombrero, si bien en aquella ocasión el blanco fue el único protagonista, pues todos sus accesorios que lució fueron en el mismo tono.
En esta ocasión, la princesa completó su estilismo con un jersey de cuello vuelto entallado, una espectacular pamela y guantes, todo en color negro. Sus accesorios crearon contraste entre esos los tonos opuestos que escogió para la ocasión.
Charlene, una de las royals más innovadoras y arriesgadas en la moda, le dio el toque final a su outfit con unos pendientes de perlas dobles en dos tamaños y un broche de brillantes en forma de lazo que lució en el pecho.
