Según los informes, el príncipe Harry llevó a cabo pruebas de lealtad en su personal mientras trabajaba como miembro de la familia real.
Valentine Low, autora del nuevo libro sobre la familia real, "Courtiers: the Hidden Power Behind the Crown" ha escrito: "Esto se estaba gestando durante mucho tiempo, antes de Meghan Markle. Harry tenía esta obsesión con los medios y la privacidad. Era muy infeliz".
"Era una prueba constante de lealtad: '¿Me vas a proteger? ¿O simplemente te has convertido en uno de ellos, que no luchará por mí? Era agotador.", comentó un empleado del palacio a la autora.
"La obsesión de Harry con los medios; su sensación de frustración por no estar logrando todo lo que podía; su desconfianza hacia los cortesanos de las otras casas; las constantes pruebas de lealtad de su propio personal: todo esto estaba allí antes de que Meghan llegara a la escena", agregó la fuente al libro.
"Pero después de que ella apareciera, empeoraría significativamente". Sobre el personal, el escritor agregó: "Fue una experiencia muy difícil para muchos de ellos. Algunas personas me dijeron que estaban completamente destruidas, se sentían enfermas, estaban conmocionadas" por la presión que generaban los duques de Sussex sobre ellos.
El príncipe Harry emprendió acciones legales contra el Gobierno británico por negarle la seguridad policial
Antes de la muerte de la reina Isabel II, el príncipe Harry interpuso una demanda contra el gobierno británico ya que temía por su seguridad. Según su representante legal, no se sentía seguro en el Reino Unido y "no puede volver a su hogar" con su mujer y sus hijos, Archie y Lilibet.
Y es que el verano del año pasado, el coche en que viajaba el príncipe fue perseguido por fotógrafos cuando salía de un evento benéfico. A los duques de Sussex se les retiró la escolta policial de la que gozaban en el país durante las 24 horas del día hace dos años, cuando renunciaron a sus obligaciones reales y a la financiación pública
Por ello, el Príncipe propuso al Gobierno británico costear él mismo de su bolsillo esa protección por la policía, algo a lo que el Ministerio del Interior se ha negado. En su acción judicial, el duque de Sussex arguye que su equipo de protección privada en Estados Unidos carece de "jurisdicción" en el extranjero ni tampoco puede acceder a la información de inteligencia necesaria para ello.