En los últimos meses los hijos del príncipe William y Kate Middleton han experimentado grandes cambios en su rutina, pues no solo vivieron la mudanza al palacio de Windsor, sino que también han tenido que adaptarse a su nuevo colegio, compañeros y actividades.
Además de pasar por el triste adiós a su querida bisabuela, la reina Isabel II, quien murió el pasado 8 de septiembre, a los 96 años de edad.
Durante los funerales de la monarca, la princesa Charlotte se robó las miradas por su forma de vestir y comportarse en las ceremonias, siguiendo todos los protocolos reales e incluso guiando a su hermano, el príncipe George, a seguir también dichos lineamientos.
Recordemos que también durante las fiestas del Jubileo de Platino de la reina, en junio pasado, la menor de 7 años, instó a su hermano, el príncipe Louis a comportarse de manera correcta, tal y como lo dicta el protocolo.
A su corta edad da señales de su verdadera personalidad y su instinto protector hacia los demás, un rasgo muy celebrado por muchos miembros de la realeza, en especial por el rey Carlos.
Y es que cuando se dio a conocer la noticia del nacimiento de la princesa Charlotte, en ese entonces, el príncipe Carlos se dijo feliz con la llegada de su nieta porque esperaba que cuando fuera mayor ella cuidara de él.
"Estoy emocionado. Esperaba una nieta, alguien que me cuide cuando sea muy viejo", dijo.
Un deseo que podría hacerse realidad, pues la pequeña ha demostrado en innumerables ocasiones que es una persona protectora, cariñosa y fiel seguidora de los protocolos reales, por lo que no duraríamos que en un futuro sea ella quien vele por el bienestar de sus padres, pero también del rey Carlos III y su esposa Camilla.