Olivia Newton-John es una de las actrices más recordadas en la historia del cine con su papel de "Sandy" en la película "Vaselina". Llegó a la cima del éxito en la década de los años 70 junto a su co-protagonista John Travolta pero, la historia hubiera sido muy diferente si él no la hubiera convencido pues la actriz no quería participar en la cinta.
La película de "Grease" marcó un antes y un después para los actores y la historia del cine sobre todo el musical; sin embargo, Olivia Newton-John estuvo a punto de no participar en ella. Nació en Cambridge, Reino Unido. Cuando tenía cinco años dejó su ciudad natal para mudarse con su papá a Australia quien trabajó como profesor.
A Olivia Newton-John le encantaba cantar y actuar, de hecho inició una carrera que iba en ascenso en la industria de la música. Estaba muy contenta con lo bien que estaba caminando su reconocimiento así que cuando le ofrecieron interpretar a Sandy en un filme que no tenía altas expectativas, lo consideraba arriesgado.
Era muy joven y aseguró en varias entrevistas que al leer al personaje estudiante de secundaria no se sintió representada así que pensó podría sentirse muy incómoda haciéndolo. De hecho hasta los mismos productores tenían sus dudas con la apuesta que hacían en esta película.
"Mi carrera musical iba bien, y no quería estropearla haciendo una película que no fuera buena", mencionó en el 2016 durante una entrevista ofrecida para Vanity Fair.
Pero ¿qué o quién la convenció para hacerlo? Se supo que justamente John Travolta estaba aferrado a hacer la película junto con ella. Trató de convencerla y finalmente accedió a tomar el papel de Sandy que se convirtió en todo un icono de la época. "Solo había una persona en este planeta que podía ser Sandy", dijo el actor que le dio vida a Danny Zuko.