Lady Di amaba jugar con la moda tanto en la ropa como en las joyas, se convirtió en todo un ícono de estilo y hasta nuestros tiempos seguimos recordándola como una mujer muy adelantada a su época pues las tendencias que vemos hoy, la mamá del príncipe William ya las había llevado en los ochentas y noventas.
Hablando de joyería, le encantaba de igual manera apostar por las que quizá algunas mujeres de la realeza no se atrevían a usar. Se encariñó con una tiara en especial, le gustaba tanto que se la quería quedar luego de su divorcio con el ahora Rey Carlos pero por supuesto que no se lo permitieron pues era parte de la colección de la Reina Isabel II.
Ahora que la Monarca ha fallecido mucho se ha hablado sobre qué pasará con sus elegantes piezas de joyería, se ha confirmado que dejó escrito en su testamento que serían para el uso sobre todo de Kate Middleton y su hija, la princesa Charlotte.
Esta pieza es un símbolo matrimonial; es decir, solo las mujeres casada pueden llevarlas, la primera vez que portan una es justamente el día de su boda. La tiara favorita de Lady Di que también ha usado Kate Middleton es la reconocida a nivel mundial llamada "Lover's Knot".
La pieza favorita de Diana de Gales era muy especial pero muy pesada, incluso mencionada que le dolía la cabeza después de llevarla, pero le encantaba. Es una réplica del modelo original de 1818 que le pertenecía a Augusta de Cambridge pero su nieta la vendió hasta llegar a la realeza alemana.
La réplica fue un capricho de la sobrina de Augusta, María de Teck, la esposa de Jorge V y abuela de la Reina Isabel II. Fue hecha en el año 1913 por la joyería Garrand. Algunos la conocen como "Queen Mary Lover's Knot" y ahora es mucho más famosa que la original, incluso podría entrar en el top 5 de popular para el joyero de los Windsor.
En el año 1981 la Reina Isabel II se la regaló a Lady Di por su boda con el entonces príncipe Carlos pero decidió usar otra en su día especial, la tiara Spencer que le pertenecía a su familia. Más tarde la llevó en otros eventos. La pieza tiene 19 arcos abiertos con diamantes talla brillante y 38 perlas en forma de gota, luego de su divorcio tuvo que devolverla y quedó en el olvido.
Kate Middleton la rescató años después en el año 2019 cuando se la pidió a la Reina Isabel para combinar su vestido Alexander McQueen y desde entonces la ha usado en repetidas ocasiones como cenas de gala, banquetes de honor y recepciones del cuerpo diplomático.