Durante años la cantante Christina Aguilera ha contado los diversos daños físicos y psicológicos que le realizaba a ella y a su madre, Fausto Aguilera, padre de la cantante.
"Fui testigo de muchas cosas desagradables, muchos empujones, forcejeos, peleas y riñas. Fue duro, fue muy, muy duro", aseguró en su momento al canal E!.
Se resalta que hubo muchas “formas de abuso” desde que era pequeña por parte de su progenitor, quien abandonó la familia siendo la cantante una niña.
En ese mismo canal su madre, Shelly Loraine Kearns, recordó una de las escenas que vivió junto a su niña y relató que ella "estaba abajo (en la casa) y de repente oí un gran golpe. Subí las escaleras y allí estaba mi niña de 4 años. Tenía sangre bajando por el mentón. La levanté y le dije: '¿Qué pasa? ¡Oh, Dios mío!', y ella dijo algo así como que 'papá quería dormir la siesta y yo hacía demasiado ruido'".
Pues bien, bajo este contexto, recientemente la artista lanzó su nuevo disco "No es que te extrañe", una fusión de sonidos contemporáneos con tonos propios del pasillo ecuatoriano y "uno de los proyectos más personales en los que he trabajado", aseguró en sus redes sociales.
Parte de la letra de su canción dice: "No es que te extrañe, solo es curiosidad, saber qué estás haciendo. Si alguna vez te has preguntado lo que siento no te preocupes, que yo nada estoy pidiendo".
Un tema que señala el dolor del maltrato en el que recrea, con el video de lanzamiento, escenas violentas. En "No es que te extrañe" se ve a un padre violento con uniforme militar que lastima a una niña y a su madre. Entre gritos, golpes y confusión la artista entrega ante las cámaras sus sentimientos.
