Continua la batalla legal entre Britney Spears y su padre, Jamie Spears. A pesar de que Britney fue liberada de la tutela el pasado 29 de septiembre, todavía quedan asuntos pendientes en los tribunales.
Lo último que se sabe, es que un ex agente de la FBI concluyó que el padre de Britney, la vigiló a través de un dispositivo de grabación de audio secreto en el dormitorio de la princesa del pop, sin su consentimiento.
Según los papeles que accedió E! news, el abogado de la estrella, usó la declaración de Sherine Ebadi, ex agente especial de la FBI, que afirma que Jamie Spears dio órdenes a Black Box Security (empresa de seguridad) para poner un "dispositivo de grabación secreto" en el dormitorio de su hija.
La investigadora señaló que basó su conclusión en un interrogatorio que le hizo a Alex Vlasov, ex empleado de Black Box Security, y que anteriormente había hablado con The New York Times sobre el dispositivo secreto.
En el mismo reportaje de The New York Times también se le preguntó al abogado de Jamie, el cual confirmó las acusaciones, pero justificó el actuar de su cliente aclarando que eso estaba dentro de los parámetros de la tutela. Además, afirmó que la misma cantante había dado su consentimiento para que instalaran el "dispositivo secreto".
Jamie Spears "le encantó la idea" de poner un dispositivo de escuha secreto
Ebadi, descubrió a través de Vlasov, que fue la empresa de seguridad que propuso la idea de instalar un dispositivo escucha secreto en el dormitorio, y que a Jamie "le encantó la idea". El ex empleado señaló que puso el aparato en la pieza de la celebridad "lo hizo pegando con cinta adhesiva detrás de los muebles para que no pudiera ser visto, y que añadió un paquete de baterías separado al dispositivo de grabación para permitir la grabación continua durante un período de tiempo más largo", parte del interrogatorio que realizo Sherine.
Además, la ex agente de la FBI agregó en su investigación que la vigilancia del dormitorio de la señorita Spears se llevó a cabo hasta el año 2020, y que había grabaciones de Spears con su abogado de ese entonces, Sam Ingham, que eran de especial interés para sus vigilantes.
Por lo servicios dados por Blak Box Security, recibió 6 millones de dólares que correspondían al patrimonio de Britney Spears.
Para finalizar, la investigadora aseveró que "requiere que todas las partes den su consentimiento para una grabación de sus conversaciones confidenciales", y que hay sanciones penales para aquellos que no tengan el consentimiento de los involucrados, apelando a la Ley de Invasión de la Privacidad de California.