En 1996, la prestigiosa MET Gala tuvo a una de las invitadas de honor más icónicas: la princesa Diana, quien se encontraba recién divorciada del príncipe Carlos.
El 9 de diciembre se marcó como la fecha en que, por primera vez, una princesa real asistiría a uno de los eventos más importantes de la moda y en donde compartiría con las celebridades más destacas de la industria. Todos los ojos estaban puestos en ella por su reciente divorcio y al ser un icono de la moda, se esperaba ver el impactante look con el que Diana se presentaría.
Diana de Gales fue la reina absoluta de la noche, acudió con un bello y atrevido vestido que impactó a todos los asistentes. El tema de aquella edición fue "Christian Dior", por lo que portó la primera creación de John Galliano para Dior, que simulaba ser una pieza ¡de lencería! El diseño encajaría a la perfección en cualquier alfombra roja de la actualidad, pero en aquel entonces, no se estilaba mostrar la ropa interior. Aún así Diana deslumbró con su atrevida propuesta.
El vestido azul marino de seda portaba algunos detalles de encaje en el escote y lo combinó con un collar de perlas y zafiros que la Reina Madre le obsequió en su boda con el Príncipe Carlos. Esta fue la manera en que la princesa Diana demostró al mundo y en especial a la realeza, que por fin era libre y podía lucir tan fabulosa como ella quisiera. Aunque solo asistió por unas cuantas horas, su paso por la MET Gala de 1996 quedó para la historia como un hecho legendario.