El 4 de agosto, Barack Obama cumplió 60 años y realizó una controversial fiesta con una lista de más de 400 invitados, pero lo que sorprendió a distintos medios de comunicación es que en la celebración no estuvieron el príncipe Harry y Meghan Markle, abriendo la conversación a que las famosas familias rompieron su cercana amistad.
Así como el expolítico manifestó públicamente su pésame a la reina Isabel II tras la muerte de Felipe de Edimburgo, pocos meses después destacó su silencio ante el nacimiento de la hija de los duques de Sussex, cuando sí los felicitó años atrás ante el nacimiento del pequeño Archie, primogénito del matrimonio real.
Recordemos que cuando los duques de Sussex se mudaron a Estados Unidos, dejando atrás a la familia real británica, una de las familias que fueron su principal apoyo fue la de Michelle y Barack Obama, ya que vivían en la misma zona de California, las dos familias tienen un contrato con Netflix, así como en múltiples ocasiones la exprimera dama apoyó a Meghan Markle en redes sociales.
"Gracias a mi amiga, Su Alteza Real la duquesa de Sussex, una líder pensativa que está rompiendo moldes y haciendo nuestro mundo mejor gracias a ello. Ya sea conociendo a los líderes de la Fundación Obama o ayudando a niñas de todo el mundo a tener la educación que se merecen, es una inspiración para muchos”, comentó alguna vez Michelle Obama en sus redes sociales.
Lo que molesto a los Obama de los duques de Sussex
La marcada ausencia de los duques de Sussex en la polémica fiesta de cumpleaños del expresidente, ha levantado las sospechas del diario The Telegraph, que se pregunta si ha terminado la amistad de tan poderosos clanes, por lo que el diario se dio a la tarea de investigar entre los allegados de la familia, los cuales confirmaron la separación.
“A los Obama no les gusta que Harry ataque a su familia. No son el tipo de personas que querrían que sus hijos hablaran con la prensa”, explicó una fuente cercana a la familia del expresidente a mencionado portal.
Así como al parecer, el expolítico se molestó con el príncipe Harry y Meghan Markle ya que le copiaron la idea de negocio, pues firmaron un contrato millonario con Netflix y van a publicar libros, como lo hicieron los Obama al despedirse de la Casa Blanca.