Para historias de espanto, Angélica Vale se pinta sola y recordó cómo se encontró con un ser del más allá cuando buscaba su primera casa con su esposo, Otto Padrón.
Su marido se enamoró de una casa y ella, desde que entró, no sentía buena vibra, así que otro día regresó con su mamá, Angélica María.
“No le dije nada (a su mamá al entrar a la casa vieja) y la energía era horrible, la casa fría como de muerto, y al subir al cuarto le dije vámonos que yo ya no puedo estar aquí, la energía está horrible”, recordó Angélica Vale.
“Las dos veíamos a una señora como una imagen borrosa de una viejita que se asomaba por la ventana y decía lárguense”.