La actriz mexicana María Félix, también conocida como “La Doña”, es uno de los más grandes íconos del Cine de Oro en México, además de ser una leyenda en Latinoamérica
Su abrumadora belleza siempre llamó mucho la atención, pero fue la inteligencia y el carácter fuerte de "La Doña" lo que marcó la diferencia entre ella y otras actrices.
Sin embargo, hay quienes aseguran que detrás de la belleza y éxito de la mexicana, existían oscuras técnicas, ligadas a poderosas fuerzas del mal.
Muerte e Incesto
La diva del cine fue acusada de incesto, debido a la relación tan cercana que mantenía con su hermano Pablo, incluso se sospecha que era el padre del único hijo de María: Enrique.
La vida de Pablo terminó de manera trágica, pues se suicidó, aunque María Félix jamás estuvo conforme con esa versión, y siempre aseguró que habían asesinado a su hermano.
¿Se alimentaba de carne y sangre humana?
La “Doña” reconoció abiertamente en una entrevista que comió carne humana durante un viaje a Marruecos.
“Yo comí carne humana una vez, pero de verdad. En un lugar el Marruecos español en una ciudad que se llama Chauen [...] A mí me gusto, era una cosa dulzona y pregunte. Así me dijeron "es carne humana", contó Félix.
Esto desató el mito de que la Doña, comía carne y bebía sangre humana como parte de un rito para conservar su juventud y belleza, este rumor fue confirmado por la también actriz Lucía Méndez, quién confesó a la periodista Adela Micha que, en una ocasión "La Doña" le había ofrecido carne humana para desayunar.
Curiosamente, cuando su cadáver fue exhumado cuatro meses después de su entierro, según el diario El Universal, las autoridades se sorprendieron al ver que su cuerpo inerte se encontraba técnicamente intacto.
Además, murió a sus 88 años el mismo día que nació, el 8 de abril, lo que se asocia al término de un ciclo “un pacto con algo”. Otros rumores afirman que la actriz fue enterrada con una cruz en la espalda y boca abajo, tal cual lo dictan los ritos ocultistas.
¿Satánica?
También se afirma que María Félix era fanática de las prácticas satánicas y además de estar embelesada con la figura del demonio, esto se podía ver en distintos elementos de decoración de su casa en Cuernavaca, Morelos, como cuadros y esculturas en su sala, incluso se dice que tenía uno en donde ella fue retratada con el cuerpo de Lucifer. También solía portar sin pena símbolos ocultistas y de brujería en su propia joyería.
"La Doña" sentía una fuerte atracción por lo prohibido y el poder, incluso gustaba de saber que poseía una mirada penetrante e hipnotizante. Así lo confirmó su sobrino, Alfredo Félix: “Ella tenía el embrujo, engatusaba a los hombres, los embrujaba con su mirada, ella tenía pacto con un ente siniestro que hacía que los hombres cayeran a sus pies. A mí me dicen que tengo la mirada de mi abuela María Félix, que me parezco a mi tío Enrique. Ella tan solo con estar parada imponía, deslumbraba a los hombres”.
Brujería
Era gran amiga de Marie Helen Rothschild y se rumoraba que practicaban brujería juntas, por lo que se le relacionó con el asesinato de Rebeca Uribe, una poetiza y actriz quien también fue su secretaria entre 1945 y 1949.
Aunque los registros indican que Rebeca murió de sobredosis, hay quien piensa que fue víctima de un ritual para obtener más poder de María Félix, ya que se vio salir a una mujer muy parecida de su habitación la última noche de vida de Uribe. Además, en ese entonces Félix pudo salir del país sin problemas a pesar de estar siendo investigada por ese crimen. A partir de este año la fama de la Doña se potencializó a nivel internacional, por lo cual hay quien piensa que se sacrificó el cuerpo de Rebeca Uribe, quien además posiblemente fue amante de María Félix.
Lo único confirmado es que María Félix era una mujer sumamente inteligente y fuera de época. Su fama y personalidad la han vuelto un flanco de mitos y leyendas, sin embargo, nada está claro. Pues a ella le gustaba alimentar estos rumores contestando respuestas controversiales en entrevistas y optando por gustos excéntricos para decorar su casa para formar una imagen misteriosa o simplemente divertirse.