Diana de Gales sufrió todo su matrimonio con el príncipe Carlos, pues él nunca la amó y la engañó desde antes de su boda con Camilla Parker. Dicha situación llevó a Lady Di a sufrir una terrible bulimia y depresión, por eso decidió divorciarse del noble.
En el año de 1996, legalmente Diana y Carlos quedaron divorciados, pero oficialmente llevaban cuatro años separados.
En el acuerdo que Lady Di aceptó de la familia real se estipulaba que ella recibiría 17 millones de libras esterlinas en una sola emisión y 350 mil libras esterlinas al año, además de que podía seguir viviendo en el palacio de Kensington y compartir la custodia de sus dos hijos: el príncipe William y el príncipe Harry.
Sin embargo, una de las cosas más dolorosas que Diana Spencer tuvo que aceptar es que perdería su título de princesa, con el cual ella había ayudado a miles de personas y se había ganado el corazón de su pueblo. Además, tendría que hacerle reverencia al príncipe Carlos cada que se encontraran en público o en privado.
Ante este hecho, Guillermo de Cambridge, hijo mayor de Diana y Carlos y heredero al trono del Reino Unido, le hizo una desgarradora promesa a su mamá el día que perdió todos los honores. William tenía entonces 14 años.
"No te preocupes, mamá, te lo devolveré cuando sea rey", fueron las palabras del entonces adolescente.
Este secreto fue revelado por el exmayordomo real Paul Burrel, quien confesó que Diana no pudo contener el llanto ante la promesa de su hijo.
Lamentablemente, William no pudo cumplirle esta promesa a su hermosa madre, pues un año después del divorcio de Lady Di y Carlos de Gales, la princesa murió en un terrible accidente automovilístico en París a sus 36 años.