Ya han pasado 49 años desde que la película "El exorcista" fue estrenada en Estados Unidos. El film narraba los hechos vividos por una niña de doce años quien sufrió una posesión diabólica y el posterior exorcismo al que fue sometida.
Son múltiples los rumores que existen sobre esta grabación, pues desde que se comenzó a trabajar en ella varios trabajadores relataron hechos extraños que comenzaron a ocurrir, por ejemplo el incendió del set o una serie de accidentes laborales que llegaron a involucrar a distintos técnicos del rodaje.
Pese a esto, muchos escépticos aún consideran que estos relatos son parte del mito y promoción de la película. Sin embargo, el rito del exorcismo es quizás uno de los ritos más antiguos dentro de la tradición cristiana. Fue el propio Jesucristo el que confirió a todos los creyentes el poder de expulsar a los demonios.
De ahí que el ritual se arrastra de tiempos antiguos, y recién en la época de Juan Pablo II fue renovado, en 1998, cuando la Iglesia Católica decidió, después de casi 400 años, revisar el anterior de 1614 y realizarle cambios en post de los avances de la ciencia en el campo de la psicología y la medicina.
¿Qué es un exorcismo?
Lo primero que es importante saber, es que el exorcismo es un rito que proviene del catolicismo. Se basa en una oración especial que hace un sacerdote, en nombre de Jesús y con la autorización del obispo, para liberar a una persona del diablo o de algún mal espíritu.
Para llevarlo a cabo es necesario que el ritual sea aprobado por la Santa Sede y editado por las distintas Conferencias Episcopales, ya que son procedimientos que deben ser realizados con la mayor cautela y revisión. La oración se concreta con la invocación a los santos, la lectura de la palabra de Dios, y una serie de plegarias con las que se invoca a Dios y al Espíritu Santo y se ordena al espíritu maligno que salga de esa persona.
¿Cuáles son las características que se deben reunir para ser exorcizada?
Antes de hacer el rito de exorcismo hay que tomarse las cosas con calma, ya que es necesario comprobar que, efectivamente, hay una verdadera posesión. Se ha de excluir, para ello, que se trate de algún tipo de enfermedad física, o bien de carácter psíquico o psiquiátrico.
No es novedad para nadie que a lo largo de la historia se han cometido muchos asesinatos y enjuiciamientos en nombre de Dios o la Iglesia, por ello es fundamental que antes de ejercer un rito así, se tengan en consideración ciertas características más comunes en el caso de aquellas personas que sufren posesiones malignas.
La propensión injustificada al mal, la antipatía a lo sagrado o a los símbolos religiosos, los fenómenos inexplicables en torno a la persona, el hablar en "lenguas arcanas", es decir, lenguas antiguas y desconocidas, una fuerza descomunal y desproporcionada que físicamente no sería posible, etcétera.
Estos son algunos de los síntomas o signos que podrían evidenciar un estado anormal, que sumado a la asesoría de un médico podría revelar que el comportamiento que ocurre es científicamente explicable.
¿Cómo sé que ha funcionado el exorcismo?
De manera habitual no basta con un exorcismo para que el demonio, o los demonios dejen a la persona. Por eso generalmente en estos casos se recurre a sesiones en la que cada cierto tiempo se repite el ritual.
Por tanto, se repite una y otra vez la oración hasta ver que la persona afectada ya se encuentre bien. Cuando el demonio ha dejado a la persona hay un cambio radical, hay paz interior. La fuerza sobrehumana desaparece, los signos blasfemos se detienen y por sobre todo él o la afectada deja de esbozar un dolor o angustia inexplicable.
Hay que mencionar que normalmente las personas que están poseídas sufren muchísimo y quieren ser aliviadas de ese sufrimiento. Por eso el sacerdote que se encargue de realizar esta sanación, debe tener muy clara la situación en la que se encuentra la víctima y su familia, y contar con el consentimiento, rezo y fe de esta.
Sin un compromiso por parte del afectado y los cercanos, el rito se hace mucho más complejo, llegando a casos en donde está fuerzas malignas no pueden ser extirpadas de la persona en cuestión.
¿Se pueden exorcizar los espacios físicos?
A lo largo de los años, estudiosos en el tema han descubierto que los malos espíritus, demonios o seres malignos, no solo pueden habitar o apoderarse de un cuerpo humano, si no también de elementos físicos o animales, por ejemplo. Por eso existe otro terminó llamado "exorcismo de lugares".
Otro aspecto no menor que se ha ido asociando con el tiempo a los lugares poseídos, es la característica de que estos espacios han sido ocupados con malas intenciones o como lugares para la abertura de portales. Por ejemplo las casas de tortura, cárceles, hogares de homicidas, etc.