Cuando se inicia en el mundo del Tarot, son muchas las dudas que se tiene al respecto, porque son muchos los misterios que rodean a esta antigua mancia. En torno a él existen muchos mitos, de los cuales es probable que hayas escuchado y que no necesariamente debes seguir, ya que estará en tu consciencia si los aplicas o no.
Uno de los mitos que existe es sobre si se debe o no limpiar las cartas, ya que muchos creen que las limpiezas solo son físicas, de no tenerlas mojadas o sucias con algo. Sin embargo, hay algo igual de importante y es la limpieza energética, debido a que unas cartas con energía negativa pueden dar un mal mensaje o simplemente puedes no conectar con ellas. Por ello aquí te comentamos sobre cuándo limpiarlas y cómo hacerlo.
¿Cuándo limpiar la baraja de Tarot?
Es una de las grandes preguntas que hay, ya que al hablar de energías no siempre será evidente. Si bien la principal recomendación es que te dejes guiar por tu intuición, hay otras señales que puedes identificar para limpiarlas. Una de ellas es el tiempo, ya que si no las has utilizado hace mucho es preferible que las limpies antes de usarlas.
Si has tenido una lectura algo densa o negativa, por lo cual necesites renovar esa energía, se recomienda limpiarlas. También, si las ha tomado alguien cuya energía no resuene contigo, debes limpiarla. En general, es muy subjetivo, así es que deberás tú determinar la frecuencia con la que limpiarás el Tarot, puede ser por cada uso, por cada día, semana, o cualquier otro rango de tiempo.
¿Cómo limpiar una baraja de Tarot?
Muchas culturas atribuyen al huma un gran poder purificador, sobre todo el que producen ciertas hierbas y plantas. Esa es la función de los inciensos y sahumerios, los que serán un gran aliado si quieres limpiar tus cartas. Debes aprovechar de las propiedades e ciertos aromas y plantas, que pueden ayudarte a limpiar mejor.
Por ejemplo, la mirra o el limón son muy favorables cuando se quiere limpiar y purificar. Para usarlos, hay quienes lo hacen una vez a la semana, otros que pasan por humo de incienso entre lecturas y otros cada un mes. La decisión aquí es tuya, según cómo te haga sentido, pero debes quemar el incienso o sahumerio por completo para que no quede estancada la energía.
A través de estas piedras puedes limpiar estas cartas, ya que muchas permiten absorber o transmutar la energía. Por ejemplo, una amatista te ayudará a transmutar malas energías y conectar con la intuición, un Lapislázuli te ayudará a conectar mejor con el tarot, mientras que un cuarzo blanco sirve para que absorba la energía negativa.
Estos los puedes frotar con la baraja, dejarlos en el saquito o caja en que guardes las cartas o que estén cerca de ellas, todas forma válidas a través de las cuales puedes ir limpiando el Tarot.
El reiki es una energía muy positiva, que ayuda a sanar y mejorar a las personas y que también se puede aplicar a los objetos, al igual que muchas otras terapias alternativas energéticas. Por ello si sabes sobre reiki, no dudes en aplicarlo sobre las cartas, ya que también podrás limpiarlo de esa manera.
Estas luminarias también son muy útiles al momento en que queramos limpiar nuestras cartas, por lo cual no debes descartarlas. Para ello, debes exponer las cartas a la luz de la Luna, preferentemente la llena o creciente, durante una noche. Lo importante es que estés pendiente del tiempo y tomes los resguardos necesarios, ya que la lluvia, el rocío o mucha luz las puede dañar.
De igual manera puedes hacerlo con el Sol, exponiendo las cartas, ojalá protegidas para que no se destiñan con la luz tan fuerte. Se suele recomendar que tras la Luna sea inmediata la exposición de las cartas al Sol, así se recargue de las energías femeninas y masculinas.
Hay también quienes aplican el calor de una vela, tomando cierta distancia, ya que su llama puede purificarlas. Para esto, suelen preferir ciertos colores que impulsen la intensión de limpiar, como el blanco o el violeta. Eso sí, lo importante es que se deje consumir totalmente la vela para que no quede con esa energía cargada. Hay que ser cauteloso para no quemar las cartas.
