La Astrología es una práctica esotérica milenaria que se ha dedicado a estudiar y comprender la energía presente en el cielo y a clasificarla según los planetas y signos zodiacales, siendo estos últimos los que los entregan rasgos característicos de nuestra personalidad, según la fecha de nacimiento que tenemos.
Lo anterior nos permite conocer más en profundidad las actitudes de nosotros mismos y de quienes nos rodean. De uno de esos rasgos es de lo que hablaremos hoy para entender mejor cómo relacionarnos: cuáles son los signos más cambiantes del Zodiaco, esos que primero toman una decisión o tienen una opinión y a los cinco segundos ya es algo completamente diferente.
Si hay una persona que se te viene a la mente con estas características o te sientes de esa forma, busca a continuación si se encuentra en la lista tu signo de Sol, Luna o Ascendente, porque estos elementos influyen más en nuestra forma de ser.
¿Cuáles son los signos más cambiantes del Zodiaco?
Su símbolo son los gemelos, y esto es porque representan la dualidad del signo. Géminis necesita tener posibilidades porque no le gusta estar obligado a pensar ni actuar siempre de la misma manera, por eso son los más cambiantes de la rueda zodiacal. Es que ellos no se sienten cómodos siguiendo una misma rutina todo el tiempo o sin actualizar sus pensamientos.
Como buen signo de aire, la indecisión forma parte de la vida de Libra, y esto le genera ser muy cambiante. Si alguien le dice al signo de la balanza que una cosa es mejor, probablemente se incline por eso, pero si al otro día escucha lo contrario de otra persona, no dudará en cambiar su postura, porque le cuesta decidir por su cuenta y cambiar le resulta lo más cómodo, así tampoco se hace cargo de lo que pasa, hace o dice.
Este signo de agua es como una esponja que absorbe todo lo que escucha. Esto es porque su identidad está un poco borrosa y suele identificarse con lo que tiene enfrente, pero le cuesta encontrar su propia realidad. Lo anterior hace de Piscis un signo muy cambiante, que va de un lado a otro sin estabilidad ni regulación.