Una de las mancias más extendidas son las cartas. De seguro conoces a alguien que lee el Tarot o alguien que ha ido con un tarotista, sin embargo, no todos utilizan las mismas herramientas para realizar su trabajo, algunos usan tarots y otros oráculos.
Aunque no se sabe con exactitud el origen del Tarot, los Oráculos datan de mucha más antigüedad. De hecho, se podría decir que el Tarot es un tipo de Oráculo que con el tiempo se fue organizando. Sin mayor preámbulo, conoce aquí sus diferencias.
¿Qué es un Oráculo?
En sus orígenes, eran la respuesta que una deidad daba a determinada consulta, a través de un intermediario y en un lugar sagrado. Por ejemplo, es conocido el Oráculo de Delfos, donde el dios Apolo respondía a las interrogantes de quienes asistían.
Pero la idea mutó con el paso de los años, haciendo referencia a herramientas que eran capaces de entregar un pronóstico o predicción. Ya sea con intervención divina, azar o conexión al más allá, lo cierto es que con esta idea moderna podemos situar a los oráculos desde la antigüedad y en diversas culturas.
Por ejemplo, la cultura nórdica utiliza las Runas y la cultura china el I-Ching como elementos para predecir el futuro. En la actualidad, el Oráculo de cartas más conocido es el Lenormand.
Aunque no se sabe con exactitud en qué fecha las cartas fueron utilizadas como Oráculo, nunca han tenido una determinada estructura, por lo cual varían entre los diversos Oráculos que existen. Se presume que desde su uso, ha mutado hasta generar una estructura determinada que derivó en otra herramienta: el Tarot.
¿Qué es el Tarot?
En breves palabras, podríamos decir que es un Oráculo que con el tiempo adquirió estructura y una fuerza arquetípica. Los ejemplares más antiguos datan del siglo XV aproximadamente y se conoce como Tarot Visconti Sforza, aunque no se sabe con exactitud el uso que daban a estas cartas, se les reconoce como antecedentes de las actuales barajas.
Ahora bien, dijimos que el Tarot, a diferencia del Oráculo, posee una estructura determinada. Se compone de un total de 78 cartas y se dividen en dos partes: Arcanos Mayores y Arcanos Menores.
Los Arcanos Mayores son 22 cartas que, dependiendo de la baraja, se enumeran desde el 0 al 21 o desde el 1 al 22. Desde distintas corrientes espirituales y filosóficas se les ha vinculado con diversos conocimientos, como con el simbolismo de las 22 letras hebreas, el misticismo de los 22 senderos de la Cábala judía o la teoría de los arquetipos de Carl Jung.
Desde cualquier mirada, lo cierto es que los Arcanos Mayores del Tarot poseen una fuerza más relevante dentro de la estructura, hay quienes incluso advierten que condensan todo el camino de la trascendencia humana. Son tan relevantes, que incluso hay personas que solo emplean estas cartas para trabajar.
Los Arcanos Menores son 56 cartas, los cuales se subdividen en cuatro palos o pintas: bastos, copas, espadas y oros. Cada uno de ellos tienen una base numérica desde el 1 al 10, a los que se suman cuatro cartas cortesanas con la figura del Paje, Caballero, Reina y Rey. Puede parecerte familiar, ya que la estructura de los Arcanos Menores es similar a la baraja española, sin embargo, a esta última le han quitado la Reina.
¿Cuál es la principal diferencia entre Tarot y Oráculo?
La principal diferencia entre un Tarot y un Oráculo es la estructura. Si bien existen Oráculos que tienen sus propias estructuras, ninguno de ellos ha trascendido hasta adquirir una identidad única y reconocible, cómo si lo ha hecho el Tarot.
¿Se pueden emplear para lo mismo?
En teoría, sí. Si nos remontamos a los orígenes del Oráculo, tanto éste como el Tarot se pueden emplear para una predicción o pronóstico. Sin embargo, los ámbitos en los que se usan se han ampliado con el tiempo.
Así, hoy en día hay quienes utilizan Oráculos y Tarots con fines predictivos, terapéuticos, adivinatorios o de autoconocimiento. Eso sí, tal como aumentan sus usos, también lo hacen las barajas. Aunque dentro del mundo del Tarot los más reconocidos son el Tarot de Marsella y el Rider Waite Smith, actualmente existen cientos de barajas y de diversas temáticas que los tarotistas emplean según su afinidad.
Ahora que conoces la diferencia entre ambos, ya sabes que si tiene una estructura de 78 cartas es un Tarot y si no la tiene es un Oráculo.